1.
Educación emocional.
En
este reportaje, el video refleja la educación infantil enfatizando e introduciendo
vías por las que puedan expresar y
canalizar los niños/as sus propios
sentimientos. En estas edades, es importante el sentido de las emociones; nos
enfadamos, estamos alegres, lloramos por algún dolor, suspiramos y nos
sorprendemos por casi todas las cosas que desconocemos y nos llaman la
atención, no tenemos/sentimos miedo a lo desconocido, sentimos miedo al
recordar una historia de miedo….
En
esta edad, es importante el sentido que le demos sentido y cabida en nuestras vidas.
Una maestra nos cuenta cómo hacerlo.
A
primera hora del día, a medida que van llegando los alumnos/as al aula, se
despiden de los padres, entran y se saludan unos a otros. La reflexión que hace
la maestra es: ¿cómo no te vas a
preocupar por aquel niño o niña que está llorando o llega enfadado o triste?
Ésta me ha parecido interesante, no solo porque instintivamente sabes que algo
no marcha bien e intentas poner solución, hablando con el alumno/a sobre qué le
ocurre, sino porque es importante a la vez que ellos/as se percaten que a
nosotras/os, como maestros o tutores del aula, nos importa y nos queremos
involucrar emocionalmente con él o ella, y se sienta respaldado/a, escuchado y confiado/a
para poder explicarnos sus historias e intentar ponerle una solución.
Recuerdo
el caso de un niño que acababa de cumplir 3 años (pongámosle por nombre Eric) y
que sucedió en mi aula, hará unos pocos años. Pues bien, Eric era un niño muy
risueño, que gustaba de jugar con sus amigos, tenía un carácter alegre, comía
muy bien, compartía sin ningún problema los juguetes, cuando charlaba de
cualquier cosa se expresaba muy bien y, aunque no tenía hermanos, le gustaba
mucho estar con sus amigos en el aula, nunca se quejaba por nada e intentaba
colaborar en la clase de la mejor manera posible.
Hacia
final del segundo trimestre, fue cuando algo nos llamó la atención: de un día
para otro, el niño empezó a comportarse de manera extraña cuando estaba en el
aula: dejó de ser amable, comenzó a jugar solo, a la hora de la comida se
quejaba y no accedía a comer, su carácter se hizo más huraño, no saludaba o no
se despedía de los padres con un beso, le daba igual que se le castigase,
comenzó a no compartir nada con nadie y pegar por cualquier motivo…..
Al
principio nos extrañó, pensamos que serían unos días y se le pasaría, pero esa
vez obtuvimos la respuesta. Eric normalmente se quedaba a dormir en la escoleta
porque sus padres trabajaban, cuando aquel día se despertó le dije que se
pusiera los zapatos e hiciera sus necesidades porque su padre estaría a punto
de venir. Entonces comenzó a batallar
por ponerse los zapatos, histéricamente, protestando enérgicamente; mi reacción
fue cogerlo en brazos para intentar tranquilizarlo. En ese momento no pudo más
y se echó a llorar desconsoladamente sobre mi hombro. Le acaricié la cabeza
mientras con palabras suaves le decía que no pasaba nada, y poco a poco se fue
tranquilizando, hasta que finalmente accedió a ponerse los zapatos y a
continuación estuvimos recorriendo la escoleta mientras comentábamos unas fotos
y nos reímos juntos. Cuando su padre llegó, la tutora le preguntó acerca del
extraño comportamiento del niño, a lo que el padre contestó que se estaban
separando. Entendimos la pesada carga emocional que Eric llevaba a cuestas y
que no sabía expresar, su situación era tan desorientada que el pobre niño se
sentía perdido y reclamaba ayuda sin pedirlo. Tras una charla entre educadora y
padres, el niño poco a poco volvió a encontrarse bien emocionalmente.
Volviendo
al vídeo, la maestra nos cuenta que, una habilidad que ella emplea, es la de
decir: ¡STOP!, cuando sientan que se ponen nerviosos o enfadados con alguien.
Luego se cruzan las manos en el pecho, respira profundamente, se cierran los
ojos y se piensa en cómo se sienten, por
qué se siente así y hacer el intento de buscar una solución. Normalmente, dice
que cuando entran en clase se van saludando unos a otros, y se preguntan cómo
se sienten. Es entonces cuando el niño decide si explica o no cómo se siente. A
la pregunta de si pueden ayudarle, el propio niño responde de manera afirmativa
o negativa.
Es
un espacio donde se comparten emociones que se tiene, poniendo nombre a esta
emoción y además entre todos se intenta buscar una solución que les ayude a
ello. El niño, por consecuente, estará aprendiendo habilidades emocionales.
Autorregulación de las emociones.
-
¿qué me pasa?
¿Cómo me siento?
-
¿Qué pasa para
que me sienta de esta manera?
-
Si siento esto
es porque….
-
Cómo ayudarnos y
buscar la solución (individual o grupalmente)
El
contacto con otros compañeros/as y las interacciones que se producen son
importantes. Si alguna vez llora, significa que lo hace por alguna razón, y
debemos dejar que se exprese. Ponemos nombre a su llanto, puesto que puede
llorar por varios motivos.
La
maestra finaliza la entrevista explicando que debemos educarles, guiarles,
acompañarles en este descubrimiento, para tener un mejor bienestar personal y
social. También hace mención importante como labor de los adultos, y es que
debemos deseducarnos para educarnos de nuevo en el tema de las emociones.
2. Psicomotricidad infantil
La
especialista en esta materia comienza el vídeo comentando que, generalmente, se
desconoce el concepto de psicomotricidad y se asocia, erróneamente, a gimnasia
o educación física.
Es
una forma de trabajar conjuntamente con los niños, en la que partiendo de su
propio cuerpo, de sus movimientos, de sus experiencias…. Se trabaja de manera
global, teniendo en cuenta su nivel cognitivo, por el que se pueden trabajar
problemas de atención, aumentar su memoria, asó como otros problemas
relacionados con el aprendizaje. Otra de las partes que se tienen en cuenta es
la parte afectiva o relacional, cuando tienen baja autoestima, a lahora de
relacionarse con los demás…. Es decir, toda una serie de compendios que se
pueden ver reflejados en el estado psicomotor.
He
encontrado interesante esta práctica psicomotriz, porque si bien es cierto que
se trabaja con niños desde edades infantiles y de manera global, teniendo en
cuenta todos y cada uno de los factores de los niños, también es cierto que
esta práctica ayuda y mucho a los niños que tienen discapacidades. Con ellos se
realizan las terapias de grupos, en los que unos y otros comparten un mismo
espacio y se produce un enriquecimiento mutuo.
Recuerdo
un caso acontecido el año pasado donde en un aula teníamos a un niño que sufría
una discapacidad motórica; cuando les tocaba a los demás psicomotricidad, este
niño también acudía y les decíamos a los niños que tuvieran cuidado porque él
no podía moverse mucho.
En
las observaciones que realicé, me di cuenta que sin apenas decir nada, ellos
mismos cuidaban del niño; le trataban de manera delicada, le ofrecían objetos y
se los ponían a la mano, interactuaban con él acariciando su cara o pelo,…. Se
producía un feedback entre ellos muy enriquecedor y tierno, y el niño respondía a su vez a los demás
compañeros, por lo que dedujimos que se mostraba abierto al contacto,
aprendiendo a socializarse.
Me
ha parecido importante el hecho que expresara la importancia de tener un
espacio para la escucha activa, porque son los propios niños quienes
necesitan dicho espacio donde poder hablar, al mismo tiempo que los padres
puedan tener esa herramienta para poder
comunicarse con sus hijos de una forma fluida. También creo que en el día a
día, el hecho de ir con prisas,…. no nos ofrece el espacio ni tampoco la debida
atención para reflexionar sobre este acontecimiento; sin embargo, a través del
juego y el movimiento irá enlazado el lenguaje. Éste será un gran avance en su
desarrollo personal, puesto que a través de éste nos contará sus experiencias,
comprobaremos si tiene dificultades en sus expresiones,….
3. El autismo en la educación
infantil
En
estos dos vídeos, los diferentes expertos nos explican qué es el autismo, en
qué consiste y cómo se caracteriza. Actualmente se desconoce cuáles son las
causas que las producen. Considero importante que los padres conozcan de
primera mano y cuenten con los recursos necesarios para optimizar una mejor integración
y saber cómo pueden trabajar en casa y
acceder a un mundo en que se encuentra
su hijo/a.
Me
ha parecido, asimismo, muy positivo plasmar cómo se trabaja el autismo en el
aula visto desde varios puntos de vista, tanto con la colaboración de los
padres y profesionales, como mostrarnos cómo es un día en las clases de un niño
con autismo. Puede ayudar a otros maestros y maestras que se encuentren en esa
misma situación. Saber que, a pesar que no sepamos a ciencia cierta si ésta se
cura, los profesionales de la educación debemos investigar, leer, innovar, poner
en marcha todas nuestras competencias para favorecer la normalidad de los
alumnos/as dentro del aula.
Las
competencias que he trabajado durante la búsqueda de estos documentales vienen a estar relacionadas con el hecho de reflexionar sobre lo que estoy aprendiendo, ya que he podido comprobar cómo los profesionales trabajan con los niños/as, a la vez que he querido plasmar casos reales sucedidos en mi aula. También he reflexionado sobre la práctica, que me parece muy interesante, y decidir si en futuros acontecimientos lo llevaría o no a la práctica.
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