El
caso que he reflejado en el blog trata sobre el comportamiento variado que parte
de una niña, en el cual presentaba diferentes actitudes, variables y cambiantes
según los días y también el estado anímico en que se encontraba la niña; unas
veces aparecía contenta, otras cansada, otras no quería despedirse de los
padres…. Al cabo de poco tiempo, la niña mostraba un carácter algo violento, y
en cuanto la niña se sentía ofendida por algún comentario que ha hecho algún
compañero o compañera mientras están jugando juntos, ella reacciona de esa
manera, golpeando porque no está de acuerdo. Por otra parte, la maestra observa
que a lo largo del día se van dando otros casos en que también parece ser que
golpea o reacciona de mala manera. El descontrol del propio carácter de la niña
le hace actuar a sí misma de una manera distinta a como suele ser
en el entorno de clase. La maestra encuentra desconcierto hacia este hecho y no
determina qué actuaciones puede llevar a cabo para tratar su actitud, qué puede
hacer para tratar el caso y lograr una mejora de actitud en la niña, tanto con ella misma como con sus
compañeros de clase y demás personas que se relacionen con ella.
POSIBLES FALSAS CREENCIAS/PREJUICIOS QUE LA MAESTRA TIENE EN
TORNO AL CASO
-
La maestra,
cuando no tiene mucho contacto con la niña, justifica que su comportamiento viene determinado por el de
los padres, es decir, si la niña se comporta de una manera dulce o agresiva en
cuanto a su entorno cuando interactúa con los otros compañeros y compañeras es
porque en casa sus modelos (normalmente, los más próximos son los padres) se
comportan de aquella manera: “Seguramente,
en casa se comportan de esa manera, porque los niños son el reflejo de sus padres…”
-
“Ufff…¡¡¡ ya estamos de nuevo, con la mala leche que
tiene la niña… ya es la cuarta vez que la castigo por pegar a sus compañeros!!!
¿No se cansa de actuar así y se pone a jugar tranquila?”. Es lo que puede pensar la maestra, quien, cansada de
no poder controlar la situación, decide castigar a la niña y que se quede un rato tranquila en el rincón. La
maestra se puede sentir desbordada emocionalmente, y actúa sin pensar demasiado
en las repercusiones de sus acciones, pues ha perdido el control de la situación.
-
Dado que la niña
pega, la maestra no se muestra interesada en aquellos casos en que la niña no
pegue, y cuando ésta acude a la maestra para consultarle algo, la maestra no
hace caso a sus sugerencias y le pide que vaya a jugar, tranquila.
-
La etiquetación que
se le ponga a la niña, sobre todo si proviene de la maestra, hace que este
hecho sea más ofensivo y agresivo en
cuanto a la manera que le traten sus compañeros de clase.
-
En cuanto la
niña tiene algún problema y acude a la maestra, ésta no le hace caso, pues está
cansada de sus comportamientos y le pide que se porte bien y vaya a jugar con
los otros.
-
El hecho que los
padres de la niña anuncien a la maestra que esa mañana se ha levantado de mala
gana o no ha podido pegar ojo en toda la noche, hace que se refuercen las ideas
que la maestra tiene sobre la niña (“Vaya
por Dios… si se ha levantado de esa manera, ya veo que me dará el día…ufff…”).
-
La maestra puede
creer que su actuación, sea la que sea, es la correcta, y por consecuente,
tiene todas las respuestas.
-
La maestra no
permite que se produzca otro conflicto y cuando oye (sin haber presenciado la
escena) que un alumno llora, directamente castiga a la niña, mientras acude a
consolar al niño/a que llora. Puede creer que, evitando un conflicto, no habrá
repercusiones: a menor conflicto, menos quebraderos de cabeza, pero también
menos posibilidades de ofrecer un marco adecuado para resolver conflictos de
manera positiva y que ello produzca un aprendizaje significativo, aumentando el
conocimiento del alumno y desarrollo
cognitivo del niño.
POSIBLES ACCIONES PARA AYUDAR A LA
ALUMNA CON SU CONDUCTA AGRESIVA
-
La maestra se plantea hipótesis y empieza a
pensar el por qué de sus comportamientos. Contrasta la información que recopila
de sus observaciones con sus compañeros de trabajo; contrasta éstas últimas con
las que ha tomado nota ella misma.
-
Puede deducir
que, en el entorno familiar, está pasando por alguna situación crítica que actualmente
le está afectando a nivel emocional, que está teniendo bastante repercusión en
ella. Por lo tanto, es importante saber si en su ámbito familiar está
ocurriendo o no algún episodio que, de alguna manera, le pueda afectar a la
niña.
-
Positivizarle en
aquellas acciones que realice de buena manera; agradecer sus ayudas, por
mínimas que sean, y premiarla con palabras agradables, besos e incluso abrazos.
(“Estoy muy contenta porque has
compartido las cosas con los otros compañeros y no te has enfadado ni les has
pegado, ¡muy bien!”)
-
Coloquio/encuentros
con las familias: aportamos conocimientos referentes a este tema. Conversaciones
y charlas con los padres: damos unas guías o
pasos a seguir para que se lleve a cabo en el hogar. Seguimiento desde
la escuela. Información continua entre maestro-padres.
-
Creación de un
blog sobre lo acontecido, noticias relacionadas con el tema, dudas y respuestas
de los profesionales en el ámbito de la educación,…. Para padres que tengan las
mismas dudas o problemas.
-
Encontrar un
espacio de tranquilidad, aprovechando que está jugando relajadamente, para
comenzar una charla maestra-alumna, y se
dé un feedback. Que el alumno/ a se sienta relajado y comprenda que puede
apoyarse y confiar en el profesor favorecerá la relación y, asimismo, su
conducta agresiva irá disminuyendo poco a poco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario