domingo, 14 de abril de 2013

Reflexión: el tiempo y el espacio en las escoletas.


JUEVES, 11 DE ABRIL DE 2013



 
La clase de hoy la hemos comenzado con una reflexión:


“La reflexión es un proceso de conocer como conocemos, un acto que de volvernos sobre nosotros mismos, la única oportunidad que tenemos de descubrir nuestras cegueras (……)”


La escuela es más que un edificio; es el espacio y tiempo donde se realizan las actividades, donde se provocan vínculos entre:

-          niños-maestros-niños

-          familias y maestros

-          niños y familias

-          maestros- familias- niños-familias-maestros

Cuando hablamos de ámbito organizativo, nos referimos a un conjunto de normas de actuación y unas disposiciones de todo tipo; para ello, se debe organizar el espacio y el tiempo de las actuaciones que rijan la vida del aula, y que éstas permitan la creación de un clima y una atmósfera del aula positiva, donde se puede trabajar, se realizan aprendizajes, se convive diariamente con los niños y maestros y, sobre todo, se tengan presentes las necesidades de los niños, consiguiendo una convivencia fructífera y solidaria.

El espacio y el tiempo condicionan a que se produzcan relaciones satisfactorias, y hemos de cuantificar en qué tiempo y espacio se dan vínculos de calidad. Una buena estructuración del tiempo y el espacio, teniendo en cuenta el agrupamiento de niños (de su edad y necesidades en el desarrollo; si se van a realizar actividades en gran o pequeño grupo, etc), ayudarán a los niños en su nueva estructuración espacial y temporal.

Para comenzar, se deben tener en cuenta:

-          material (debe estar a su abasto para que lo puedan coger y volver a guardar cuando acaban).

-          espacio

-          rincones (tanto en las aulas como el aprovechamiento de los espacios de la escoleta).

-          temporalización aproximada de las actividades que se realicen

-          las necesidades de los niños (si son bebés, si tienen 1 año, si 2…. Para una mejor adecuación en el espacio)

-          rutinas y hábitos

Tanto en las escoletas como en las escuelas, los aspectos organizativos deben tratarse teniendo presentes la tarea educativa.

BUENAS PRÁCTICAS / PLANES DE MEJORA

Se debe mirar la escuela con una mirada diferente. El punto de partida se inicia en las escoletas, donde hay maestros que son personas concienciadas con un afecto ante la escuela, y tener en cuenta que cuando se habla de realidad de la propia escoleta quiere decir tener una mirada diferente; quiere decir mejorar, crecer, mirar qué se puede modificar en nuestra metodología y aprovechar esos espacios y tiempos para fortalecer y propiciar la aparición de vínculos positivos, etc.

Partiendo de esta realidad, se pretende mejorar esta realidad, poder rescatar  ideas de uno a otro centro, el aprender de uno y otro,… los maestros son responsables de la gestión y el espacio.

A la pregunta: ¿Qué es lo que hace positivo  a una escuela?


La respuesta es el clima, que tiene dos factores que lo caracterizan:

 - el tiempo

- el espacio

El clima de una escuela es lo que caracteriza y positiviza la calidad de los vínculos, relaciones de aprender de uno y otro y crecer,…. Es decir, los vínculos dependen de las relaciones que se establecen. Durante toda la jornada lectiva, existen muchas situaciones que se producen y se dan estos vínculos, pero incluso de estas prácticas hemos de deducir  y reflexionar sobre ello: si el espacio es agradable y favorece la aparición de los vínculos, si les dejamos el tiempo que precisan para que ellos puedan acabar de comer o subirse los pantalones sin sentir la presión de las prisas cuando están acabando de hacer sus necesidades y seguidamente deben prepararse para ir a comer, observar si se están dando relaciones de calidad o más bien no se dan ningún tipo de comunicación en ningún sentido, qué modificamos o cambiamos para que se propicien una u otra cosa, si el material está a su abasto y hace que sigan con las actividades iniciadas anteriormente o éste les aburre soberanamente, etc.

Todo momento en el centro es educativo, desde que el niño entra en la escoleta hasta que le vienen a buscar sus padres, y las educadoras y maestras deben ajustar su intervención para que el desarrollo integral del niño y niña resulte favorecedor. A la hora de planificar qué se hará en el aula y la escuela, se debe tener en cuenta estos momentos, reflexionando y valorando los aspectos que están implicados en ello. Por ejemplo, a la hora de trabajar los hábitos y las rutinas, debemos hacerlo con regularidad, en el mismo orden y momento del día (antes de ir a desayunar, después de ir a desayunar, antes de hacer nuestras necesidades y después, después de venir del patio donde hemos estado buen rato jugando, antes y después de comer, etc), y éstas acciones que se realizan a diario son las que le orientarán.

En cuanto al tiempo, éste suele ser relativo en los niños. Es importante ofrecerles puntos de referencia estables, que se realicen cada día de una determinada manera. Poco a poco, irán interiorizando esta dinámica y sabrán qué van a trabajar a continuación, después del patio viene una actividad de rutinas y del descanso para más tarde ir a comer, etc. Esta pauta le da una seguridad interna a los niños y niñas. La educadora, ya sea en la asamblea o fuera de ésta, cuando comenta a los niños el día en que están, les anuncia la actividad que se llevará a cabo, por lo que ellos pueden anticipar y orientarse temporalmente. El horario que se utiliza en clase está pensado para organizar las actividades en orden a sus necesidades, para regular les nociones diferentes del paso del tiempo.

Básicamente, la organización es primordial porque con ésta se pretende mejorar la realización de acciones y movimientos, al mismo tiempo que el movimiento permite que el niño descubra nociones temporales y las integre.

Por ello, resulta imprescindible que se partan de las rutinas, dado que permiten un margen de libertad, dan seguridad al niño y facilitan los niños capten mejor la noción del tiempo a su propio ritmo. Debemos respetar sus propios ritmos y ofrecerles las herramientas necesarias para que ellos mismos logren autoregularse y a tenerse respeto los unos a los otros, con el paso del tiempo y su propia experiencia.

En referencia al espacio, este también resulta importante; a la hora de organizar la clase, el maestro/a  debe tener en cuenta que éste debe ser un lugar acogedor, creando un clima favorecedor y potenciador de vínculos en el aula; las razones por las que organiza de una determinada manera responden a las siguientes:

-          psicológicas

-          didácticas

-          pedagógicas

-          sociológicas.

El aula, poco a poco, se iniciará de una manera y a medida que avance el curso irá tomando una forma; será un espacio harmónico, donde se puede convivir con los demás y relacionarse, estará organizado por rincones, y como resultado de todo ello será un espacio que le permita libertad y crecer autónomamente.




COMPETENCIAS: 
 
Tal como mencioné  anteriormente en la anterior entrada, se debe mirar de flexibilizar los horarios, llegando a un acuerdo entre todo el equipo educativo; también saber que todos los espacios  en el centro infantil  son educativos, y que están dispuestos en los centros de acorde a unos objetivos que se adecuen a su aprendizaje. Se identifican consigo mismo en la escuela, pero buscan y comparan en otras escuelas sus distintas metodologías y abstraen unas conclusiones para mirar de crear con ello un  proyecto de mejora.





 

No hay comentarios:

Publicar un comentario