La
clase de hoy la hemos comenzado con una reflexión:
“La
reflexión es un proceso de conocer como conocemos, un acto que de volvernos
sobre nosotros mismos, la única oportunidad que tenemos de descubrir nuestras
cegueras (……)”
La
escuela es más que un edificio; es el espacio y tiempo donde se realizan las
actividades, donde se provocan vínculos entre:
-
niños-maestros-niños
-
familias y
maestros
-
niños y familias
-
maestros-
familias- niños-familias-maestros
Cuando
hablamos de ámbito organizativo, nos referimos a un conjunto de normas de
actuación y unas disposiciones de todo tipo; para ello, se debe organizar el
espacio y el tiempo de las actuaciones que rijan la vida del aula, y que éstas
permitan la creación de un clima y una atmósfera del aula positiva, donde se
puede trabajar, se realizan aprendizajes, se convive diariamente con los niños
y maestros y, sobre todo, se tengan presentes las necesidades de los niños,
consiguiendo una convivencia fructífera y solidaria.
El
espacio y el tiempo condicionan a que se produzcan relaciones satisfactorias, y
hemos de cuantificar en qué tiempo y espacio se dan vínculos de calidad. Una
buena estructuración del tiempo y el espacio, teniendo en cuenta el
agrupamiento de niños (de su edad y necesidades en el desarrollo; si se van a
realizar actividades en gran o pequeño grupo, etc), ayudarán a los niños en su
nueva estructuración espacial y temporal.
Para
comenzar, se deben tener en cuenta:
-
material (debe estar a su abasto para que lo puedan coger y volver a guardar cuando acaban).
-
espacio
-
rincones (tanto
en las aulas como el aprovechamiento de los espacios de la escoleta).
-
temporalización
aproximada de las actividades que se realicen
-
las necesidades
de los niños (si son bebés, si tienen 1 año, si 2…. Para una mejor adecuación
en el espacio)
-
rutinas y
hábitos
Tanto
en las escoletas como en las escuelas, los aspectos organizativos deben
tratarse teniendo presentes la tarea educativa.
BUENAS
PRÁCTICAS / PLANES DE MEJORA
Se
debe mirar la escuela con una mirada diferente. El punto de partida se inicia
en las escoletas, donde hay maestros que son personas concienciadas con un
afecto ante la escuela, y tener en cuenta que cuando se habla de realidad de la
propia escoleta quiere decir tener una mirada diferente; quiere decir mejorar,
crecer, mirar qué se puede modificar en nuestra metodología y aprovechar esos
espacios y tiempos para fortalecer y propiciar la aparición de vínculos
positivos, etc.
Partiendo
de esta realidad, se pretende mejorar esta realidad, poder rescatar ideas de uno a otro centro, el aprender de
uno y otro,… los maestros son responsables de la gestión y el espacio.
A
la pregunta: ¿Qué es lo que hace positivo a una escuela?
La
respuesta es el clima, que tiene dos factores que lo caracterizan:
-
el espacio
El
clima de una escuela es lo que caracteriza y positiviza la calidad de los
vínculos, relaciones de aprender de uno y otro y crecer,…. Es decir, los
vínculos dependen de las relaciones que se establecen. Durante toda la jornada
lectiva, existen muchas situaciones que se producen y se dan estos vínculos,
pero incluso de estas prácticas hemos de deducir y reflexionar sobre ello: si el espacio es
agradable y favorece la aparición de los vínculos, si les dejamos el tiempo que
precisan para que ellos puedan acabar de comer o subirse los pantalones sin
sentir la presión de las prisas cuando están acabando de hacer sus necesidades y seguidamente deben prepararse para ir a comer, observar si se están dando relaciones de
calidad o más bien no se dan ningún tipo de comunicación en ningún sentido, qué
modificamos o cambiamos para que se propicien una u otra cosa, si el material
está a su abasto y hace que sigan con las actividades iniciadas anteriormente o éste les aburre soberanamente,
etc.
Todo
momento en el centro es educativo, desde que el niño entra en la escoleta hasta
que le vienen a buscar sus padres, y las educadoras y maestras deben ajustar su
intervención para que el desarrollo integral del niño y niña resulte
favorecedor. A la hora de planificar qué se hará en el aula y la escuela, se
debe tener en cuenta estos momentos, reflexionando y valorando los aspectos que
están implicados en ello. Por ejemplo, a la hora de trabajar los hábitos y las
rutinas, debemos hacerlo con regularidad, en el mismo orden y momento del día
(antes de ir a desayunar, después de ir a desayunar, antes de hacer nuestras
necesidades y después, después de venir del patio donde hemos estado buen rato
jugando, antes y después de comer, etc), y éstas acciones que se realizan a
diario son las que le orientarán.
En
cuanto al tiempo, éste suele ser
relativo en los niños. Es importante ofrecerles puntos de referencia estables,
que se realicen cada día de una determinada manera. Poco a poco, irán
interiorizando esta dinámica y sabrán qué van a trabajar a continuación,
después del patio viene una actividad de rutinas y del descanso para más tarde
ir a comer, etc. Esta pauta le da una seguridad interna a los niños y niñas. La
educadora, ya sea en la asamblea o fuera de ésta, cuando comenta a los niños el
día en que están, les anuncia la actividad que se llevará a cabo, por lo que
ellos pueden anticipar y orientarse temporalmente. El horario que se utiliza en
clase está pensado para organizar las actividades en orden a sus necesidades,
para regular les nociones diferentes del paso del tiempo.
Básicamente,
la organización es primordial porque con ésta se pretende mejorar la
realización de acciones y movimientos, al mismo tiempo que el movimiento
permite que el niño descubra nociones temporales y las integre.
Por
ello, resulta imprescindible que se partan de las rutinas, dado que permiten un
margen de libertad, dan seguridad al niño y facilitan los niños capten mejor la
noción del tiempo a su propio ritmo. Debemos respetar sus propios ritmos y
ofrecerles las herramientas necesarias para que ellos mismos logren
autoregularse y a tenerse respeto los unos a los otros, con el paso del tiempo
y su propia experiencia.
En
referencia al espacio, este también
resulta importante; a la hora de organizar la clase, el maestro/a debe tener en cuenta que éste debe ser un
lugar acogedor, creando un clima favorecedor y potenciador de vínculos en el
aula; las razones por las que organiza de una determinada manera responden a
las siguientes:
-
psicológicas
-
didácticas
-
pedagógicas
-
sociológicas.
El
aula, poco a poco, se iniciará de una manera y a medida que avance el curso irá
tomando una forma; será un espacio harmónico, donde se puede convivir con los
demás y relacionarse, estará organizado por rincones, y como resultado de todo
ello será un espacio que le permita libertad y crecer autónomamente.
COMPETENCIAS:
Tal como mencioné anteriormente en la anterior entrada, se debe
mirar de flexibilizar los horarios, llegando a un acuerdo entre todo el equipo
educativo; también saber que todos los espacios en el centro infantil son educativos, y que están dispuestos en los
centros de acorde a unos objetivos que se adecuen a su aprendizaje. Se identifican
consigo mismo en la escuela, pero buscan y comparan en otras escuelas sus
distintas metodologías y abstraen unas conclusiones para mirar de crear con
ello un proyecto de mejora.
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